Cómo comprar la empresa en la que trabajas
¿Qué hacer si tu empresa planea desinvertir para obtener liquidez? ¿Y si el fundador se jubila y no tiene descendencia? Éstas son sólo dos situaciones en las que puede producirse una venta de la compañía. Sin embargo, hay un camino intermedio: el MBO, ¿quieres conocerlo?
El término anglosajón Management Buy Out (MBO) esconde un concepto tan sencillo como la compra de la empresa por parte de su equipo directivo. O, mejor dicho, la incorporación de dicho equipo al capital de la compañía, puesto que no es habitual que pueda hacerse con el control accionarial total.
Esta operación suele requerir la participación del capital riesgo, que es quién la lidera tomando una participación importante en el capital y facilitando el apalancamiento mediante la búsqueda de financiación. Una operación de MBO convierte a los directivos en accionistas con una inversión de capital relativamente pequeña.
Un negocio establecido
El MBO es una solución adecuada para múltiples situaciones, aunque en líneas generales, deben ser empresas en fase de crecimiento, situadas en nichos claros de mercado y en sectores rentables con proyección de futuro y volumen de negocio estable y creciente.
La idea esencial es que la empresa debe tener un flujo de caja estable que permita atender las necesidades de inversión, así como repagar la deuda financiera:
Un negocio rentable. La empresa debe ser rentable o tener un gran potencial de rentabilidad futura con el fin de generar una caja que permita repagar la deuda.
Resultados y balance saneados. Su cuenta de resultados y su balance deben estar saneados y con poca deuda.
Inversiones limitadas. La empresa no debe requerir inversiones importantes, de forma que la mayor parte de los fondos que genere se pueda destinar al pago de intereses y a la cancelación de la deuda adquirida para la compra.
¿Cuándo ocurre?
Se pueden dar varias situaciones:
Desinversión para obtener liquidez: Es una operación habitual cuando una multinacional quiere desprenderse de una filial, bien porque no le resulte estratégica o porque le venga bien venderla por otros motivos. Aunque no solo se trata de multinacionales, ya que en el mismo caso puede encontrarse un conglomerado que decida centrarse en su core business (actividad principal) y deshacerse de compañías no estratégicas, aunque éstas sean rentables.
El dueño se retira: Es posible que los fundadores de una empresa sin sucesión o en la que ésta no queda clara opten por la venta, asumiendo los directivos la responsabilidad de este relevo para asegurar la continuidad.
Discrepancias en la gestión. A veces un equipo directivo ambicioso quiere vincularse más con la compañía, por lo que decide hablar con la propiedad y presentar una oferta. Es la situación más delicada y hay que estar muy seguro antes de dar un paso en falso, pues podría entenderse como una traición y un mal movimiento podría causar la salida en bloque del equipo directivo.
Capital riesgo
Una vez que se decide tratar de adquirir la compañía, hay que encontrar la financiación necesaria para materializar la compra. En este tipo de operaciones, en las que es frecuente que se manejen importantes sumas de capital, lo más habitual es que entren en juego sociedades de capital riesgo.
De la mano del capital riesgo: En el caso de que el inversor financiero sea una entidad de capital riesgo, éstas suelen preferir participaciones minoritarias en un plazo de tres a siete años, pudiendo coinvertir varias entidades al mismo tiempo. El inversor financiero no desea llevar el día a día de la gestión y es consciente de que un empresario va a esforzarse más en maximizar la rentabilidad del capital invertido que un directivo. Por eso, su objetivo es convertir a los directivos en empresarios.
Entidades financieras. El banco siempre buscará garantías que le aseguren la devolución del principal e intereses de la deuda. Las garantías que se ofrecen son los dividendos que generará la compañía objetivo, ya que éstos pagarán la deuda. Si el banco considera razonable el modelo financiero de crecimiento de la empresa target, financiará la operación.
Ofertas para buscar la implicación
Para conseguir que los directivos se impliquen en el proyecto empresarial, las sociedades de capital riesgo ofrecen incentivos como éstos:
Envy ratio. Es un mecanismo que multiplica el capital invertido por un equipo directivo en un proceso de MBO.
Perfomance ratchet. En este caso, los ejecutivos poseerán un porcentaje de acciones más elevado si la compañía prospera y más bajo en caso de dificultades. La filosofía del ratched se basa en los incentivos a la dirección y la reducción del riesgo del inversor institucional. Deben basarse en objetivos de rentabilidad cuantificables y sobre los que la dirección pueda influir.
Autor: David Ramos
Fuente: http://www.emprendedores.es