No hay limites al momento de emprender
Estos empresarios de éxito en activo comparten los mejores consejos que han recibido en su carrera con emprendedores novatos.
Luis Gosálbez, abogado especializado en derecho tecnológico e Internet y cofundador de Metricson y Terminis
«Este consejo que me dio Jesús Monleón, emprendedor, inversor y fundador de SeedRocket, ha sido una máxima para todas mis empresas posteriores, me hizo darme cuenta de la importancia que tienen tanto la acción comercial como los procesos de venta. Lo cierto es que desde entonces he dedicado la mayor parte de mi tiempo como emprendedor a experimentar y mejorar mis argumentarios y procesos de venta».
«La mayoría de los proyectos dedican mucho tiempo a pensar en el producto y poco a conseguir clientes de una forma escalable».
«La vergüenza frente a la denominada puerta fría, así como el rechazo a no ser atendido son los primeros límites que cualquier emprendedor debería superar».
“No debes pensar en el qué; piensa en el porqué”
Nacho de Pinedo, CEO del ISDI
«Este consejo me lo dio Carina Szpilka, cuando era consejera delegada de ING. Para una empresa o una persona, lo más importante es tener clara su misión en la vida: el porqué hace las cosas. Si esto está claro, lo demás sale solo. La mayoría de los problemas, pérdidas de foco o de dirección, y encrucijadas empresariales se resuelven simplemente volviendo la vista a la razón por la que estás haciendo las cosas».
“Busca tu propuesta de valor para curar el dolor que padecen las empresas cliente a las que te diriges”
Juan G. Cascales, experto en finanzas
«Este consejo me lo dieron Ignacio González, de Jasten Fröjen, y Alejandro Moreno, de Grupo Andén, dos emprendedores con mucho talento, que han conseguido alcanzar un muy razonable éxito en el desarrollo de sus proyectos. Para mí, ha supuesto un cambio de orientación radical en la forma de plantear mi proyecto, otorgándome una nueva visión sobre mi modelo de negocio de consultoría financiera dirigida a pymes. A partir de ese instante, focalicé toda mi atención en la identificación de una verdadera propuesta de valor para mis clientes, además del resto de variables clave que configuran mi modelo. Vi en el modelo Canvas una muy provechosa herramienta para alcanzar esta mayor focalización y consistencia, basada en lo que es realmente importante para el proyecto, visualizando, de un modo sintético e integral, todas estas variables claves que le afectan. Desde ahí, he logrado ver mi negocio desde una exclusiva perspectiva de aportación de valor real para el cliente, eliminando todo el desperdicio y pudiendo redactar con mayor concreción y confianza mi plan».
“Nunca construyas algo sin haber conseguido antes clientes dispuestos a pagar por tu producto”
David Guerra Terol, director de ventas en Videolean y de desarrollo de negocio en Motion4startups
«Este consejo me lo dio Bryan Harris, fundador de Videofruit.com, que ayuda a otros emprendedores a hacer crecer sus negocios. Para mí ha significado un cambio total en la manera de arrancar nuevos proyectos. El enfoque tradicional, que es el que sigue mucha gente, es, primero, tienes una idea; luego, construyes un producto básico y, después, buscas clientes para ese producto. En este caso, es totalmente al revés. Primero (además de tener una idea), debes encontrar personas dispuestas a pagar –como las precompras en los proyectos de crowdfunding– y luego, construir un producto básico».
“Give first”
Jorge García Bueno, CEO de la compañía Proximus Inc.
«Es el lema de los fundadores de Techstars, una de las aceleradoras de startups más prestigiosas a nivel mundial y de la que formamos parte el año pasado en Londres. Ha supuesto un cambio radical en nuestra forma de ver el negocio. Significa que hay que intentar hacer las cosas buscando algo más allá del beneficio económico inmediato. Se deben crear vínculos humanos con la gente de tu entorno, buscando más allá del euro. Así conseguirás negocios duraderos y relaciones profesionales increíblemente fuertes. Y para ello, lo primero que hay que hacer es dar y aportar. Este consejo nos ha funcionado muy bien para conseguir sinergias con grandes empresas que confían en nosotros, tanto a nivel técnico como humano».
“Las condiciones externas cambian contínuamente y hay que estar atento a ellas”
Paco Giménez, socio y director, general de Grupo Encamina
«Me lo dio Tomás Guillén, presidente de la asociación de inversores Big Ban Angels y uno de mis profesores en la escuela de negocios Lluis Vives. Su consejo es una de las bases de cualquier empresa: todo cambia, cada vez más deprisa y hay que, no ya estar preparado para ello, sino incluso impulsarlo, siendo uno de los agentes del cambio. Otro consejo que me ha dejado huella es una frase de Rodolfo Carpintier, en una charla sobre negocios en la Red, en 2001, a la que asistí: “Si buscas algo en Internet y no lo encuentras, aprende a buscar”. Carpintier se refería a lo difícil que era inventar algo y crear un negocio digital del que no hubiera ya competencia. Este consejo lo recuerdo siempre que alguien dice que tiene una idea de negocio rompedora y que nadie ha desarrollado antes».
“Comienza a lanzar tus ideas y materialízalas”
Santiago ambit, inversor y cofundador de la empresa Ion Eyewear
«Me lo dio Manuel Jalón, inventor de la fregona y de la jeringuilla de plástico desechable, además de ser una de las personas con más patentes de Europa. Es uno de los mayores referentes que he tenido. Le conocí en una reunión en 2006 y me encantó la pasión que transmitía contando sus inventos. Aún recuerdo cómo llevaba en su bolsillo los primeros esbozos de sus inventos, entre ellos, la fregona. Lo que me dijo fue que si podía soñarlo, podía hacerlo realidad. Que para poder inventar y lanzar productos/servicios/proyectos exitosos debía de dejar de mirar las cosas para empezar a verlas. Que volviera a tener la curiosidad de un niño y que me preguntara el porqué de las cosas. A partir de aquello, ya supe que quería dedicarme a lanzar mis propias ideas y comenzar a materializarlas, pensando en grande y en global, como él decía, y fijándome en los detalles para buscar la inspiración. Comprendí que ser inventor también es una profesión y, a partir de ese instante, ya no me avergüenzo al decirlo. Comencé a buscar mis pasiones y, desde entonces, he ganado varios premios, he lanzado y patentado mis inventos y lo mejor de todo: he inventado mi profesión».
Fuente: emprendedores.es